domingo, 2 de febrero de 2014

Los Cien Mil Hijos de San Luis

El 28 de enero de 1823 Luis XVIII de Francia pronunció un discurso en el que anunciaba que“cien mil franceses estaban dispuestos a marchar invocando al Dios de San Luis para conservar en el trono de España a un nieto de Enrique IV”.


Fernando VII
El 7 de abril de 1823 Francia intervino militarmente en España, a solicitud del rey Fernando VII de España para apoyarlo frente a los liberales y restablecer el absolutismo en virtud de los acuerdos de la Santa Alianza.

El ejército francés, denominado con el nombre de los Cien Mil Hijos de San Luis, en honor San Luis rey de Francia (Luis IX), fue encabezado por el duque de Angulema, hijo del futuro Carlos X de Francia.



En total, el número de los componentes del ejército francés se elevaba a 95.062 soldados, divididos en cuatro cuerpos y uno de reserva. Por su parte, el ejército español que se dispuso a hacerle frente estaba dividido en cuatro cuerpos de entre 18.000 a 20.000 hombres cada uno. (Los ejércitos españoles eran: el ejército de operación, mandado por el general Ballesteros; el ejército de Cataluña, mandado por el general Espoz y Mina; el ejército del centro, mandado por el general La Bisbal, y el Ejército de Castilla y de Asturias, cuyo general en jefe era Morillo.)


El 7 de abril, las tropas francesas atravesaron el río Bidasoa. Se iniciaba así una campaña que tendría un desarrollo poco rápido y eficaz. La Bisbal capituló pronto y Morillo se retiró sin combatir. Ballesteros, después de haberse batido en retirada por todo el Levante y por la Andalucía Oriental, capituló también ante el general francés Molitor en Campillo de Arenas, en la provincia de Jaén el 4 de agosto. Sólo Espoz y Mina supo oponer resistencia en Cataluña, hasta el punto de ser Barcelona la última ciudad que cayó en manos de los franceses. 



Duque de Angulema
Cuando llegaron a Madrid las noticias del rápido avance del ejército de Angulema, el Gobierno y las Cortes decidieron, por razones de seguridad, trasladarse hacia el sur. El Rey y la familia real se negaron a acompañarles, y a pesar de que los médicos certificaron que Fernando no podía ponerse en camino sin peligro para su salud, éste no tuvo más remedio que transigir ante las presiones de los liberales.

El día 10 de abril de 1823 llegó la familia real española a Sevilla, y al día siguiente la Comisión Permanente de las Cortes. 

Hasta el 11 de junio Sevilla fue la capital de España, pero la llegada de las tropas francesas obligó a trasladar la capital a Cádiz, llevándose al monarca con ellos.

Cádiz fue cercada y bombardeada. La resistencia fue muy fuerte y los franceses no pudieron tomar la ciudad, aunque acabaron con las fortalezas que la protegían, como el fuerte de Trocadero. La situación  era desesperada, pues no llegaban refuerzos de parte alguna. Al final se llegó a un pacto: Fernando VII saldría y prometería defender la libertad alcanzada por los españoles con la Constitución de 1812  (La Pepa) y a cambio se rendiría la plaza.


Bombardeo a Cádiz
 Fernando, que incumpliría su promesa  nada más verse liberado, pudo por fin reunirse con el Duque de Angulema en el Puerto de Santa María el 1 de octubre. Una nueva etapa, marcada otra vez por el signo del absolutismo, se abría a partir de aquel momento: era la última década del reinado de Fernando VII, quien se mantendría en el trono sin nuevas limitaciones ni condicionantes por parte de los liberales hasta su muerte en 1833.




Fuentes consultadas:

http://www.slideshare.net/aniya/los-cien-mil-hijos-de-san-luis-presentation-812820?from_search=1
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/6924.htm
http://curistoria.blogspot.com.es/2010/11/quienes-eran-los-cien-mil-hijos-de-san.html
http://paseandohistoria.blogspot.com/2012/12/los-cien-mil-hijos-de-san-luis.html